Sobre mi

Victoria Abanto

Mi nombre es Victoria y la repostería ha sido mi gran pasión desde que tengo memoria. Pero mi historia comenzó de una manera diferente. Cuando era pequeña, mi abuelo Florentino, un talentoso costurero, solía cuidarme con amor y dedicación. Pasaba horas en su taller, observando fascinada cómo transformaba trozos de tela en hermosas prendas.

Mi abuelo era mi mentor y mi inspiración. Me enseñó la importancia del trabajo duro, la creatividad y la perseverancia. Sin embargo, la vida puede ser injusta a veces. Cuando yo tenía 15 años, mi querido abuelo falleció, dejando un vacío inmenso en mi corazón. Su partida fue un duro golpe, pero su legado y su amor por la artesanía siempre estarán presentes en mí.

A pesar de la tristeza, mi pasión por la repostería siguió creciendo. En cada bocado dulce que probaba, encontraba consuelo y alegría. Durante mi adolescencia, enfoqué mi energía en los estudios y fui una estudiante aplicada. Sin embargo, decidí no continuar con un grado superior, ya que mi vida tomó un rumbo diferente.

Me casé y forme una hermosa familia. Criar a nuestros tres hijos, César, Fiorella y Paul, se convirtió en mi mayor prioridad. Aunque dejé atrás la idea de una carrera académica convencional, mi amor por la repostería nunca se desvaneció.

En mis ratos libres, estudié repostería de forma autodidacta. Experimenté con diferentes recetas, técnicas y sabores, perfeccionando mis habilidades como repostera. Cada pastel, cada galleta y cada postre se convirtieron en un lienzo en el que expresaba mi creatividad y amor por el arte culinario.

Fue entonces cuando decidí compartir mi pasión con el mundo a través de YouTube. Junto a mi hijo Paul, comenzamos a grabar y subir videos a nuestro canal. La magia sucedía cuando nos uníamos en la cocina, creando dulces obras maestras y compartiendo recetas con entusiasmo y alegría.

Nuestro canal de YouTube comenzó a ganar popularidad y seguidores. La dulce combinación de mi experiencia y la frescura y energía de Paul resonaba con nuestra audiencia. Pero más allá del éxito en línea, decidí llevar mi pasión a un nivel más empresarial.

Abrimos un negocio donde ofrecemos nuestros deliciosos productos horneados y comenzamos a impartir clases de repostería para compartir nuestros conocimientos y habilidades con otros amantes de la cocina.

Mi abuelo Florentino, aunque ya no está físicamente conmigo, siempre será una presencia inspiradora en mi vida. Su dedicación, habilidad y amor por el arte artesanal siguen siendo una fuerza impulsora en mi camino como repostera. Cada pastel que horneo lleva una pizca de su espíritu y su legado.

La vida puede tomar giros inesperados, pero a veces esos giros nos llevan a descubrir nuestra verdadera pasión y vocación. La repostería se convirtió en mi camino y en la forma en que puedo honrar a mi abuelo.